viernes, julio 31, 2015

Mis rincones favoritos: Nueva York y Bryant Park



Cierro los ojos y espero que la brisa mueva las cortinas en este asfixiante verano, pero nada, como decía mi madre, ni gota de aire. Son las cinco de la tarde y rozamos los 29 grados, humedad al 85%. 
Ante tal panorama y abanico en mano me viene a la mente un recuerdo, caluroso pero agradable del verano de 2011. Pasaba los primeros días de agosto en Nueva York y turisteando por Manhattan, con una temperatura y humedad semejantes a las que hoy soporto en Dénia me topé con el que sería uno de mis rincones favoritos de la ciudad, Bryant Park. Hay mucho que ver en NY pero a veces dejarte llevar y cerrar la guía tiene sus ventajas, puedes encontrar tu lugar, tu sitio especial, donde podrías conocer a tu mejor amigo, ver pasar la vida perezosamente comiendo una hamburguesa, jugar con tu perro, a lo mejor incluso te gustaría que te enterraran allí. Todo eso es posible en Bryant Park, excepto lo del entierro, aunque hay que decir que fue un cementerio para personas sin recursos entre 1823 y 1840, cuando el cementerio de Washington Square se colapso por las víctimas de la fiebre amarilla.

Bryant Park se sitúa en pleno Midtown, detrás de la New York Public Library, solo ocupa 4 hectáreas y es un jardín a la francesa. Recibió su nombre en 1884 en honor a William Cullen Bryant, editor del New York Evening Post. También el inventor Nicola Tesla iba allí a darle de comer a las palomas con las que estableció una especie de romance ya en sus años de decadencia y en este parque tiene su propio rincón con una estatua en su honor. 
El parque ha pasado por muchas vicisitudes en sus más de 100 años de vida, en 1853 fue sede de la Exposición Universal, por entonces una línea elevada de metro que lo atravesaba le restó mucho encanto. 
En los años setenta no era muy recomendable detenerse por allí, fue un territorio tomado por marginales y drogadictos y epicentro del crimen de Nueva York.
En los años ochenta un grupo de defensores de los parques llamado Parks Council lo recuperó para la ciudadanía realizando actos culturales y mejoras urbanas.
Siguieron las actuaciones de remodelación hasta que en 1988 se cerró para una reestructuración a fondo que duró unos tres años. Hoy Bryant Park es uno de los lugares al aire libre más queridos de Manhattan, es un modelo de jardín urbano que en verano aprovechan neoyorquinos y turistas para descansar, disfrutar de encuentros literarios, conciertos, su festival de cine, wifi gratis e incluso uno de los baños públicos mas limpios de todo Manhattan con hilo musical y flores frescas.


Pues este es mi recuerdo de una tarde calurosa de verano y mi recomendación si tenéis intención de viajar a Nueva York.


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