viernes, septiembre 30, 2016

Chicas de calendario. La vitalista Juno.


Juno es fresca, es vital, es crítica y es adolescente, como la mayoría de los adolescentes diréis, sí, pero es que Juno está embarazada y tiene que crecer rápido.

Juno es la protagonista de la comedia del mismo nombre que trata de manera ligera y sin dramatismo temas como la maternidad, el aborto o la adopción. La película se ve con agrado, es muy entretenida y en resumen trata de dos jóvenes en busca de sexo que se embarazan por error y terminan enamorándose. En un primer momento Juno (interpretada de maravilla por Ellen Page) está decidida a abortar pero luego opta por la adopción, destaca por su fuerte personalidad en contraposición a su pareja, el inmaduro Bleecker.

Me gusta mucho esta pequeña película y sobre toda la espontaneidad de su personaje principal al enfrentarse a un problema mayúsculo (aunque ella no lo afronta en ningún momento así, es, digamos, un contratiempo que hay que resolver de la mejor manera) como es ser madre a los dieciséis años. Juno es mordaz pero no una irrespetuosa adolescente con sus mayores, cae bien, muy bien, a medida que avanza la película. 

Entre trago de cerveza y ataque a la bolsa de papas vi de nuevo la peli y me reí otra vez y es que a pesar de tratar temas de envergadura colosal, está en las antípodas de algunos dramones del este de Europa sobre el tema del aborto, como la brillante película rumana ‘4 meses, 3 semanas, 2 días’. Aquí la trama transcurre sin tragedias, no hay dolor (bueno solo algún que otro pellizco) y los personajes actúan con desparpajo: el padre tolerante y liberal, la madrastra comprensiva y la pareja adoptante con sus propios desencuentros. Mientras prosigue con su embarazo, Juno experimenta no solo un cambio físico sino también mental, se va haciendo mayor, madura a marchas forzadas y debe dejar de lado las indecisiones típicas de la adolescencia y afrontar la vida de cara. Así Juno evoluciona, aprende a conocerse mejor, a ser mas tolerante y a apreciar a los que tiene a su alrededor.


La película se estreno en 2007, está dirigida por Jason Reitman e interpretada por  Ellen Page, Michael Cera, Jennifer Garner, Jason Bateman, y J.K. Simmons. Dura 92 minutos que se os pasarán volando.

Juno, con su nombre de diosa romana de la maternidad, es cáustica sin acritud y en sus reflexiones recuerda mucho a una Mafalda adolescente. Me parece un personaje muy potente, con quien una pasaría un buen rato fumando en pipa, bebiendo naranjada y hablando de las cosas de la vida.





lunes, septiembre 05, 2016

Chicas de calendario. La irreductible Jane.


Esta gran señora me produce una admiración infinita y un tremendo respeto, de hecho es la única de mis chicas de calendario que no es una fantasía o que ha pasado a mejor vida, Jane Goodall está entre nosotros y más viva que nunca, de hecho hace unos meses en Madrid dio una lección de dignidad y lucidez a quienes tuvieron la suerte de escucharla.
Jane Goodall nació en 1934 en Londres y la mayor parte de sus 82 años los ha pasado en África luchando por los derechos de los animales, principalmente de los chimpancés. Es primatóloga y antropóloga y posee todos los premios habidos y por haber.

Ya desde niña, en un Londres arrasado por las bombas, descubrió su amor por los animales mientras daba la brasa a los adultos asegurando que viviría de mayor en Africa rodeada de estos. Tras una durísima posguerra y sin formación científica alguna, Jane decide embarcarse a los 23 años rumbo a Kenia para cumplir su sueño de niña. Allí tenía un amigo que le presentó al famoso paleontólogo Louis Leakey. Después de mantener varias charlas sobre la vida animal Leakey intuyó que tenía ante sí un verdadero filón, una joven sin estudios ni experiencia pero con una pasión contagiosa y unas ganas de trabajar inabarcables. Durante 1957 la tuvo a su lado como secretaria y al año siguiente la envió a Londres a estudiar conducta y anatomía de los primates. En 1960 volvió a África y Leakey, tras recaudar fondos, le marcó su destino con una propuesta que no podría rechazar, ir a estudiar simios al Parque nacional de Gombe Stream en Tanzania. Muy satisfecho con su trabajo, el bueno de Leakey volvió a recoger pasta gansa para su pupila y en 1962 la facturó de nuevo a Gran Bretaña, esta vez estudiaría en la Universidad de Cambridge, donde -sin titulación universitaria previa- consiguió el doctorado en etología. 

Los descubrimientos de Goodall en Gombe supusieron un vuelco entre la comunidad científica porque no se vieron contaminados por abrumadores conocimientos técnicos ni por un academicismo trasnochado  -recordemos que no tenía carrera universitaria- así que sus observaciones fueron limpias y naturales, observaba a sus monos como quien vigila a un bebé y sus reacciones, les puso nombre y anotaba las diferentes personalidades de cada uno, sus emociones y unas conductas muy “humanas” como abrazos, palmadas y cosquillas. También descubrió otras acciones humanas como una agresividad innata en los chimpancés. En definitiva, sus estudios supusieron un salto cualitativo en los conocimientos sobre la conducta de los simios demostrando que los parecidos entre humanos y primates no se pueden reducir a lo genético, también nos acercan las emociones o las relaciones familiares y sociales.

Jane Goodall es admirada y reconocida en todo el mundo, a su talento innato como divulgadora hay que añadir el apoyo que le prestó desde el principio National Geographic financiando sus investigaciones y que la dio a conocer por medio de artículos, documentales y libros. A destacar también los Institutos Jane Goodall, con sede en 19 países, cuya labor es proteger a los chimpancés y sus hábitats.

Actualmente, a pesar de su edad, Goodall viaja constantemente difundiendo sus conocimientos y dando conferencias por todo el planeta intentando concienciar sobre lo decisivo de impedir la deforestación, frenar el crecimiento imparable de la población para hacer de éste un mundo sostenible y acabar con la pobreza. Sus mayores admiradores son los jóvenes y eso es ya motivo de esperanza.
Para acabar os voy a poner un video emocionante, es la liberación de una chimpancé en el Congo y a mi se pone la carne de gallina cada vez que lo veo. Casi al borde de la muerte, Wounda, que es como se llama la mona, fue recogida después de que unos furtivos mataran a sus padres. Siempre he pensado que quien maltrata a los animales es capaz de lo peor también con sus semejantes humanos y por ende quien cuida y protege a los animales debe empatizar más fácilmente con las personas que le rodean. Contemplando este abrazo entre Jane Goodall y Wounda pienso que podría simbolizar el imprescindible respeto que debemos a todos los seres vivos de este planeta. A quien no le hubiera gustado ser un mono durante unos instantes para abrazarse a Jane Goodall, esa mujer todo amor y humanidad, a mi me hubiera encantado.







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