jueves, febrero 02, 2017

Chicas de calendario. La caótica Annie.


La película de Woody Allen es setentera hasta las cachas y su prota, Annie me recuerda a una de esas mujeres que luchaban por sus derechos hace 40 años. Precisamente los medios han comparado las manifestaciones que se producen estos días contra el bufón de la Casa Blanca con algunas de los años setenta, cuando los Estados Unidos enseñaban el camino al mundo entero a base de movimientos sociales en las calles. En aquellos tiempos se trató de una reacción a la guerra del Vietnam, al racismo, a favor de la liberación de la mujer, etc, ahora mismo, la sociedad, más experimentada ha comenzado a movilizarse casi antes de que Trump se haya sentado en su trono, aunque sus 10 días en la presidencia ya se están haciendo demasiado largos.

Bueno… Vamos a lo nuestro, la película trata de la relación sentimental entre Alvy (Woody Allen) y Annie (Diane Keaton) en clave de comedia pero con continuas reflexiones sobre el sentido de la vida, la muerte, la sexualidad o la religión. No se estructura de manera lineal sino que pasa del presente al pasado o al futuro, intercalando momentos de la relación entre ambos protagonistas.

A veces Woody se pone un poco denso con su discurso pero Annie tampoco está del todo centradita. Son una pareja muy divertida, me encanta la imagen de Annie paseando por Manhattan con ese atuendo tan característico, su chaleco, sus pantalones holgados, sus sombrero y sus gafas redondas -que la convirtió en un icono de la moda- mientras habla y escucha las parrafadas del paranoico Alvy.

Creo que Woody Allen en esta peli consigue algo tan simple y complejo a la vez como describir una relación sentimental de manera innovadora, incluyendo guiños, referencias y todo tipo de licencias cinematográficas (como cuando hace aparecer a los personajes visitando su propio pasado como meros espectadores). Asistimos al nacimiento, desarrollo y ocaso de una relación y creo que en más de una vez nos podemos reconocer en las indecisiones, en los errores o aciertos que cometen las parejas. Como dice Alvy:  “Una relación es como un tiburón; tiene que estar continuamente avanzando o se muere. Y me parece que lo que aquí tenemos es un tiburón muerto”.

En cualquier caso Annie Hall es una película que deja un poso de melancolía pero que transcurridos cuarenta años de su estreno se disfruta con mucho placer, hay drama y hay comedia con frases inolvidables como éstas:“La vida está llena de soledad, miseria, sufrimiento, tristeza y, sin embargo, se acaba demasiado deprisa”. “No te metas con la masturbación. Es hacer el amor con alguien a quien yo quiero”. Genial.


Como resumen de esta magnífica película en la que los personajes se dedican a buscar la felicidad sin descanso, me quedo con una de las reflexiones de Alvy cuando dice que asociar amor y felicidad es la mejor manera de ser desafortunado… aunque tras este bajonazo también afirma que merece la pena amar a pesar de los desengaños y sin sabores que produce. Estoy de acuerdo!


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